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LA VIÑA, ASOCIACIÓN EMPRESARIAL DE HOSTELERIA DE LA COMUNIDAD DE MADRID ("LAVIÑA")
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Cada vez nos queda menos duda: ¡nos hemos cargado el mañana! Vamos tan (pero TAN) rápido que no llegamos, estamos tan hiper-conectados que -a veces- desconectamos de las cosas más importantes. Tanto que, si cabe, hemos desvirtuado por completo aquello de “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”; “no dejes para hoy lo que pudiste hacer antes de ayer” nos pega mucho más. ¿Lo bueno de esto? ¡Lo mucho que dan de sí nuestras 24 horas! Es sólo cuestión de cambiar el chip. Toca dejar a un lado el estrés y exprimir al máximo esos momentitos de ocio… y qué mejor que hacerlo disfrutando a un ritmo más pausado de nuestros planes de fin de semana.
¿Y a donde queremos ir a parar con esta reflexión? Pues a una necesaria apología del parar, del disfrutar, del caminar a paso lento. Por suerte, se atisba un pequeño rayito de luz entre tanta oscuridad (que si fast fashion, que si fast food, que si fast pass…): el Slow es tendencia. Casi tanto como el hit de Fonsi, que aún viniendo motivado por impulsos francamente alejados, ha puesto el “DES-PA-CITO” en boca de todos, y eso se agradece ;). Pero ojo, el Slow no es sólo cool o pineable (¿quién no tiene hoy un tablero llamado “Eco- algo” en su Pinterest?), también es necesario (reducir el impacto medioambiental, mejorar nuestra calidad de vida y nuestro estado de ánimo… la teoría nos la sabemos bien). Pero, ¿cómo podemos ponerlo en práctica? Sencillo, cierra todas las ventanas de tu navegador y tómate unos minutos para leer (y nada más) este post. Te traemos algunas de las tendencias Slow más aclamadas en la capital. ¡Comenzamos!
“¿Disfruta usted su comida?”. Con esta pregunta casi retórica arrancaba la corriente Slow Food en 1987. Lo hacía en la localidad de Bra (Florencia) gracias a Carlo Petrini, fundador de este concepto culinario y ecológico que hoy, por suerte, es un movimiento global que traspasa los confines de lo foodie. Tenemos Slow Gardening, Slow Fashion y hasta Slow Deco. Y una extensa bibliografía publicada durante las últimas décadas, al alcance de todos aquellos que quieran ponerse al día con el tema. A saber…
– Carlo Petrini: Bueno, Limpio y Justo: principios de una nueva gastronomía, Madrid, Polifemo, 2007.
– Cecile Andrews: Slow is beautiful: New visions of Community, Leisure and Joie de Vivre, London, Paperback, 2006.
– Carl Honoré: Elogio de la lentitud. Un movimiento mundial desafía el culto a la velocidad, Madrid, RBA, 2005.
– Joan Domènech Francesch: Elogio de la educación lenta, Madrid, GRAO, 2009.
BE.ST. Corre despacio a… Calle de José Ortega y Gasset, 64
Alimentos naturales, de temporada, kilómetro cero… En realidad, se trata de una etiqueta que antaño carecería totalmente de sentido. ¿De dónde ibas a sacar un tomate si no era de la huerta? ¡Todo era taaaan sencillo hace tiempo! Lo que está claro es que, ahora, la sostenibilidad se premia. Por otro lado, hay que tener en cuenta que saludable no es sinónimo de aburrido. El verde es un color muy alegre (tanto en el plato como en la pared) y hay auténticos templos del divertimento -fundamentalmente para el paladar- resguardados bajo el paraguas del Slow Food. También es cierto que, para qué engañarnos, nuestro Madrid aún tiene que ponerse las pilas en esto. Siendo el País Vasco y Cataluña las comunidades con mayor número de asociados a esta tendencia, Madrid se encuentra a la cola del Slow Food. Cierto es que tampoco jugamos en igualdad de condiciones, que el tráfico, las colas y los decibelios influyen en eso de ir a todas partes con un petardo metido ahí donde la espalda pierde su nombre, pero de nada sirve quejarse y, también es cierto, contamos cada vez con más propuestas de este tipo. Dos buenos ejemplos son BE.ST y Bump Green, restaurantes que creen en la cocina cercana y las prácticas respetuosas… pero también en presentarlas de una manera atractiva y en un entorno de esos que piden a gritos que saques unas cuantas fotillos (para compartirlas o para babear tú contigo mismo en tu próximo arrebato nostálgico haciendo bien de scroll en el carrete).
BUMP GREEN. Corre despacio a… Calle Velázquez, 11
El concepto, ya de por sí, es sugerente. Nace hace poco más de un año con la intención de ofrecer, además de un plan diferente para el fin de semana, experiencias “healthy & cool” en torno al yoga y la comida sana. Todas sus masterclass, organizadas de forma periódica en diferentes lugares de Madrid, cuentan con profesores muy top, algunos de ellos reconocidos en el mundillo de influencers yoguis. Un puntazo a favor es que se trata de sesiones enfocadas a todo el mundo, seas practicante habitual o un auténtico cuadro en coordinación con cero experiencia en yoga. También organizan sesiones especiales enfocadas a familias con niños, embarazadas y hasta solteros (no vale compartir esterilla). Y sí, lo que estabas esperando: después de la clase sirven un brunch rico-rico elaborado con productos sanos y naturales de temporada: zumos, smoothies, bowls, infusiones, ensaladas… ¡Así fluyen las buenas vibras que da gusto! De fondo cuentan siempre con música de sus propios dj’s, diseñada especialmente para cada sesión (después, ponen estas playlist a tu disposición para que sigas fluyendo en casa). La próxima cita tendrá lugar el 27 de mayo, de 11 a 14h, en Espacio Dra House (Calle Campo Real, 9), ¡que no se te pase!
Yoga Brunch
DÓNDE: diferentes localizaciones.
CUÁNDO: sábados o domingos, de 11h a 14h.
PRECIO: variable (entre 20 y 50€ aprox. según la sesión)
Porque no sólo importa el fin, sino también el medio. ¿Y a que no se te ocurre un medio más Slow que la bici? Que se quiten los segways, los patinetes eléctricos y demás híbridos modernos. Nos gusta la original, la de siempre. De hecho, si tiene un toque vintage, mejor que mejor. Es por eso que esta opción nos parece todo un planazo ahora que el buen tiempo parece haber llegado para quedarse: tres horitas de bici, esterilla y picoteo de calidad. Se llama Bici-picnic y lo organiza Mobeo. El kit de picnic incluye esterilla, cubertería desechable, cantimplora y una tote bag que podrás llevarte a casa de recuerdo. Y, por supuesto, comida sana recién hecha (nada de un sandwich mixto embolsado). También te prestarán una neverita térmica para que lleves tu bebida bien fresquita.
Bici-picnic de Mobeo
DÓNDE: salida desde la sede de Mobeo en Matadero Madrid.
CUÁNDO: martes a domingo de 13h a 16h y de 20h a 21h.
PRECIO: 19€. Puedes reservar aquí.
Katy Sainz, (@katysainz) además de llevar años introducida en la escena del djing, es una yogui confesa. La fusión ecléctica de estos dos conceptos la ha catapultado al estrellato del “healthy-chic”, aunque Katy no tiene nada de postureo, lleva más de diez años practicando yoga y es tan auténtica como parece. “Me gusta la fusión de conceptos, y creo que el yoga y la música se combinan muy bien, así que también pincho para eventos y masterclass de yoga y en otros relacionados con el bienestar. Colaboro con marcas deportivas (tanto de yoga como de bienestar o de productos naturales y orgánicos) y con marcas de moda y belleza como Oysho, Mango, Lâncome, Primark…” y un largo etcétera. ¿Estás en busca de inspiración Slow? Seguirla en Instagram garantiza buenas dosis diarias. Good vibes only!
Sí, la tendencia Slow también ha llegado a la decoración. Sin embargo, no se trata de un tipo de muebles o un estilo puramente estético, sino de un estilo de vida. Vamos, que lo importante es la actitud. Vivir en una casa Slow hace que te sientas mejor, te ayuda a reconectar con tus verdaderas necesidades y mandar a tomar viento a ese estrés constante que te hace salir siempre corriendo y tener que volver a subir las escaleras porque no recuerdas si has echado la llave (un poquito de mindfullness, por favor). Un recibidor despejado, un dormitorio sin aparatos electrónicos, un espacio para comer o para estar en la cocina (por pequeña que ésta sea), plantas… Son sólo algunos de los elementos (tienes más info aquí) que te ayudarán a convertir tu hogar en un oasis de lentitud. Los muebles de estilo rústico y en materiales cálidos como la madera también son ingredientes fundamentales en el Slow Deco. Ahora, si lo que te estás preguntando es en qué tiendas puedes conseguirte un buen ajuar Slow, debes saber que los madrileños lo tenemos fácil como nadie. Sí, queridos amigos, porque tenemos El Rastro. ¿Acaso hay algo más Slow que eso? En realidad sí: la velocidad a la que te mueves por sus calles un domingo en hora punta. Aunque si piensas en los tesoritos que podrás encontrar entre sus puestos, merece la pena.
La producción local, ética y sostenible, la puesta en alza de lo artesanal, del detalle y de la confección a pequeña escala son también valores cada vez más apreciados por los consumidores. Existe vida más allá de Inditex, la moda pronta y el lujo; ¡y vaya vida! Lo mejor, es que el sector de marcas independientes que apuestan por este modelo está en pleno auge, y Madrid es cuna de muchas de ellas. Encontramos también proyectos basados en la capital que promueven esta moda orgánica, responsable y con etiqueta Made in Spain. Uno de ellos es The Circular Project (su nombre hace homenaje a la economía circular: prendas y materiales que pueden reciclarse o reutilizarse causando un impacto menor en la naturaleza). Tienen una tienda en Ventura Rodriguez (nada menos que la primera tienda física multimarca especializada en la comercialización y difusión de moda ética y sostenible). Además, están metidos en gran cantidad de “saraos” Slow que acontecen en Madrid, como el mercadillo navideño Let it slow! o las jornadas Smart Fashion = Slow Fashion en colaboración con ACME y la plataforma Slow Fashion World que tuvieron lugar hace unos meses en El Paracaidista (Calle de la Palma, 10). Sígueles la pista en sus redes sociales para no perderte ninguna de las próximas.
Estas son sólo algunas opciones para disfrutar al máximo de tu tiempo libre… ¡a ritmo caribeño madrileño! Como ves, no hay que irse muy lejos para encontrar un planazo Slow en medio del frenetismo de la capital. No es por meter prisa pero… ¿ya has decidido cuál escogerás para este finde? 😉
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